La historia de nuestra marcha

Un grito de corazón

Sobre la historia de “La Marcha Peronista”, hay mucho de misterio, tanto como la emoción que sienten los justicialistas al cantarla. En principio, quien peticiona la autoría de la música e incluso ha realizado sin suerte hasta ahora, reclamos ante la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) es Norberto Ramos, un ex pianista del Teatro Colón y de la orquesta típica de Florindo Sassone, quien de acuerdo a su presentación ante esa entidad no la compuso en 1948 para el PJ, sino que originariamente fue “La Marcha del Gráfico”, a solicitud de su padre que pertenecía a ese gremio como empleado de la Editorial Atlántida y que en sus versos iniciales decía: “Los gráficos peronistas / todos unidos triunfaremos”.

 

 Gráficos al comienzo

Según otra versión, habría sido Eva Perón la que al escucharla, sugirió que lo de “gráficos” fuera sustituído por “peronistas”, pero también les ha sido adjudicada la condición de creadores musicales a los ya fallecidos pianistas Francisco “Pancho” Lomuto, también compositor y director de una celebrada orquesta de tango, y Rodolfo Sciamarella, además autor de “Che Bartolo” y “Besos brujos”, entre otros éxitos del repertorio del dos por cuatro, mientras que la letra podría ser de la inspiración de Enrique Odera y Guillermo de Prisco, sobre los que no se han hallado demasiados antecedentes.

No obstante, y para que la confusión sea mayor, es el médico Oscar Ivanisevich, primer ministro de Educación de Juan Domingo Perón, el que se atribuye en sus Memorias la conformación final de la letra, tal cual se la conoce ahora, y que fuera inaugurada en septiembre de 1948 en una ceremonia realizada en Tucumán.

 

 La voz de Hugo del Carril

Finalmente “Los Muchachos Peronistas” fue cantada por Hugo del Carril el 17 de octubre de 1949 en la tradicional celebración del “Día de la Lealtad”, grabándola luego con coro y la orquesta de Domingo Marafioti. Ella constituye la versión oficial y la difundida en todos los actos partidarios.

Los derechos de autor de la marcha fueron en un comienzo a las arcas de la Fundación Eva Perón, pero después de 1955, no eran tiempos de reclamar su autoría, y por eso nadie se atrevió a ello, hasta que con el advenimiento de la última etapa democrática, en 1983, Ramos, que reivindica para sí la propiedad de la música, insistió en requerir se le paguen sus derechos, sin éxito hasta hoy.

Hugo del Carril, intérprete número uno de la marcha, no pensó entonces en los réditos o perjuicios que podía acarrearle cantarla, y por esa sola circunstancia fue castigado con la cárcel, a poco de la caída de Perón. Lejos de acallarlo, y estando prohibida la marcha, el cantor desde su celda la entonaba a todo pulmón en una actitud que era imitada por otros compañeros de celda. Por eso también el peronismo lo recuerda como un ejemplo de militancia.

Como vemos, la cuestión de la paternidad de “La Marcha Peronista” no aparece demasiado nítida. Será, porque tal vez, ya es propiedad del pueblo peronista.

 

Hernán Sotullo.